Pese a que existe información en todas partes sobre lo dañino que es excederse en el uso de este mineral, la población sigue consumiendo hasta dos veces más sobre lo aconsejado por la OMS.
El consumo excesivo de sal, es un problema mundial que trae consecuencias nefastas para la salud. Tales afirmaciones se ven reflejadas en el crecimiento significativo de cardiopatías y accidentes vasculares, en personas con presión arterial alta. Según la Organización Mundial de la Salud, la dosis diaria recomendada de sal en un adulto es de 5 miligramos, pero la realidad dice que las personas consumen entre 9 y 12 miligramos por día. Debido a esto, la OMS ha acordado reducir en un 30% el consumo de sal en la población mundial para el 2025. Si esta idea se concreta, se podrían evitar 2.5 millones de muertes.
La sal está compuesta por un 40% de sodio y un 60% de cloruro. Es en el sodio donde encontramos el problema. Aunque es un mineral necesario para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, los niveles presentes en nuestra sangre deben ser los correctos, para no presentar problemas. Si la cantidad de sodio es mayor a la necesaria, nuestros riñones son incapaces de regularlo, por lo que se va acumulando en nuestra sangre, haciendo trabajar más el corazón. Éste necesita elevar la presión arterial lo que puede provocar la hipertensión, entre otros problemas.
Para equilibrar nuestro cuerpo, es necesario aumentar la ingesta de alimentos ricos en potasio como las frutas y las verduras, y eliminar todos aquellos que aportan un exceso de sodio.
Consumo de sal en Chile
En Chile las estadísticas sobre el consumo de sal son alarmantes. Según una encuesta del Instituto de Nutrición y Tecnología de la Universidad de Chile, INTA, un 98% de la población consume sal, con un promedio diario de 9.4 gramos (casi el doble de los recomendado por la OMS). Aunque existe un leve descenso con respecto a la encuesta anterior (9.8 en 2010), las informaciones indican, además, que solo un 28.3 % de la población sigue las recomendaciones de las autoridades de salud.
Por otra parte, hay un dato tan preocupante como el anterior y es que Chile ha ingresado en el grupo de países con niños que presentan hipertensión arterial. Los resultados de una investigación de la Universidad Católica en el 2016, indicaron que un 4% de los niños, es decir 1 de cada 20, padecen de presión arterial alta. Tal situación se debe a diferentes factores como la predisposición genética, el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios, entre los que destaca el alto consumo de sal.
Los expertos recomiendan bajar el consumo de alimentos procesados (dulces y salados), y poner más atención a la sal y las grasas en las comidas, al tiempo de realizar ejercicio continuado, para prevenir males mayores.
Microplásticos en la sal
Como si el problema que entrega la sal a nuestro organismo no fuera importante, en el último tiempo se ha agregado otro: la presencia de microplásticos en los granos de sal. Según una investigación realizada por la Universidad Nacional de Incheon (Corea del Sur) y Greenpeace, más del 90% de la sal común contiene este material, sobre todo en países asiáticos.
La muestra recopiló 39 marcas de sal, en 21 países alrededor del mundo (no existió muestra de sal chilena), donde se pudo comprobar que la sal asiática era la que más contaminada. En el estudio se mostró que la presencia de microplásticos es mayor en la sal marina, seguida por la de lagos y finalmente la de roca. Lo que a día de hoy no está claro es cómo influye este material en nuestra salud. El estudio estima que un adulto consume alrededor de 2 mil microplásticos al año, a través de la sal, pero aún existe un vacío en la comprensión sobre el impacto que puede generar sobre nuestro organismo.
Cómo reducir el consumo de sal
Para tener una vida más saludable, la OMS recomienda ciertas pautas a seguir:
- No agregar sal durante la preparación de las comidas. Al no realizar esta acción el resultado será que la comida tendrá un sabor más intenso, ya que las papilas gustativas de la lengua podrá saborear los alimentos con más facilidad.
- No poner saleros en la mesa, es una forma fácil de no utilizar la sal.
- Limitar el consumo de tentempiés. Los productos elaborados contienen grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sal.
- Elegir productos hiposódicos, es decir alimentos bajos en sodio como las verduras, las legumbres, los frutos secos o las frutas.
- Educar a los niños y crear un entorno propicio para que adopten tempranamente una dieta hiposódica.
- Las comidas que no tienen mucho sabor se pueden condimentar con especias que también le dan gusto y sustituyen a la sal.
- Fijarse siempre en las etiquetas de los alimentos elaborados. La sal contenida es fácil de comprobar si multiplicamos por 2.5 los gramos de sodio que se indican.
Desde Yammi te recomendamos seguir estas pautas para llevar una vida más saludable, al tiempo que te informamos que nuestros platos están hechos respetando los sabores reales de cada alimento. Por esto te invitamos a que pruebes nuestro quiche de zapallo con ensalada de quinoa o los ñoquis al pesto y queso parmesano.
Buena semana!
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